¿Tienes madera de franquiciador? Descúbrelo en cuatro pasos

El mundo de la franquicia está lleno de ventajas para una empresa que quiere expandir sus horizontes de manera segura, con una inversión mínima y escasos riesgos. Convertirse en franquiciador es muy fácil siempre cuando cumplas con unas aptitudes mínimas para asegurar la viabilidad del proceso.

Las excelentes condiciones que ofrecen las franquicias a la hora de emprender e iniciar un negocio propio ha disparado las oportunidades para aquellas empresas que quieren ampliar su presencia en otras zonas bajo el paraguas protector de esta fórmula de expansión. Profesionales capaces que se encuentran en una situación de paro y ven en la franquicia una solución el emprendimiento, autónomos que se encuentran preparados para asumir un equipo de empleados, inversiones de todos los tamaños que quieren hacer crecer su dinero… Son muchos los caminos que llevan a ser franquiciado, pero para el franquiciador hay una sola pregunta que debe hacerse antes de dar el paso y convertir su negocio en una red comercial: ¿estás preparado para ser franquiciador?

Estos pasos te ayudaran a verlo todo más claro:

Paso 1: Un nueva posición

Ser franquiciador implica que tu trabajo ya no será más vender tu producto, sino vender el prestigio y la solidez de tu empresa. La meta no consistirá en encontrar clientes, sino en encontrar franquiciados.

Tu afán no será que la empresa vaya bien, sino garantizar que la red de la franquicia funcione de forma fluida, y garantizar la comunicación y proveer a los franquiciados de los recursos y ventajas que una vez conseguiste para tu marca.

Paso 2: Compartir para triunfar

En este sentido, la posición del franquiciador implica cierta «generosidad», en el sentido de que debe compartir con terceros, el know how de su empresa. Para que la marca crezca de forma saludable, debe hacer llegar a sus franquiciados el conocimiento del sector que él posee, la eficiencia que le ha hecho llegar a donde está, las ventajas y acuerdos económicos con proveedores que le sitúan en una posición de ventaja respecto de sus competidores.

Paso 3: Delegar, la palabra clave

De igual forma ser franquiciador también significa que tendrás que aprender a confiar en los demás. La franquicia implica expansión en todos los sentidos, no solo en cuanto a número de locales, sino también en cuanto a imagen.

Tu marca empezará a ser más conocida, llegará a lugares donde nunca habías considerado la posibilidad de implantación y todo ello gracias a terceros, que tomarán el estandarte que tú creaste para hacerlo suyo. Por ello es importante seleccionar con criterio a los franquiciados, para poder delegar con seguridad en ellos, sabiendo que tu negocio es el suyo también, y que tratarán de hacerlo todo lo mejor posible.

Paso 4: El franquiciador se hace, no se nace

Estar al cargo de una red de franquicias no requiere una experiencia previa, ni conocimientos exhaustivos sobre este sistema.

Sí conviene estar al tanto sobre los trámites que exige, las responsabilidades y compromisos que implica, pero al igual que no es necesario ser el más experto de una materia a la hora de abrir un negocio, tampoco es necesario acudir a un master sobre franquicias para convertirte en un franquiciador.

La mejor garantía de éxito de una red de franquicias es dejar los trámites en manos expertas, y que sean los profesionales especializados en este sector los que te asesoren sobre la mejor forma de cimentar y consolidar las bases de una buena franquicia, indicándote el camino a seguir.

En este sentido, Consulta Franquicias lleva caminando al lado de más de 300 franquicias diferentes desde hace una década, ofreciendo una asesoría a medida para cimentar el camino hacia una franquicia próspera y duradera.

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Post by Yolanda Martín