Normalmente debemos hacer que el franquiciado dependa de su respectivo sistema, no sólo por el mero contrato sino para agilizar aspectos operativos como la centralización de proveedores y de servicios, la convergencia en las estrategias de marketing y herramientas de comunicación, o la asistencia continuada.
En la definición del sistema de franquicia tenemos que definir perfectamente que la labor del franquiciado es la de gestionar un negocio enfocado a vender.
Ya sean servicios o productos, mientras que la labor del franquiciador será la de facilitar al franquiciado las herramientas de gestión y garantizar un servicio de asistencia inicial y continuada que realmente justifique la relación de dependencia.
Definido el sistema de negocio, el siguiente paso es el de elaborar los estudios económicos. Estos análisis se deben basar en previsiones y estimaciones lo más realistas posibles, tanto en las ventas o ingresos, como en las inversiones y rentabilidades.
Será en esta etapa cuando se puedan cuantificar las obligaciones financieras del franquiciado (Canon de entrada y Royalty de franquicias).