Panaderías latinas en franquicia, moda menguante o tendencia creciente
Opciones en franquicia de nicho
Recientemente se me acercó Marina, una mujer que trabaja en nuestro edificio de oficinas, de nacionalidad ecuatoriana, preguntándome por la franquicia ‘Ecua Pan’ porque se había interesado por ella. Ya sabes lo de una amiga mía quiere montar un Ecuapan…, ¿la conoces? No conocía nada de esa franquicia, pero estaba obligado a conocerla. Busqué si tenía página web pero no tenía. Comencé a buscarlo en portales de franquicia y no aparecía en ninguno, escasamente un reportaje de la historia del fundador, un panadero que comenzó a hacer barras de pan en Pueblo Nuevo, que curiosamente se vendían por la tarde, cuando los ecuatorianos regresaban a casa después de trabajar. Pueblo Nuevo es un barrio al este de la ciudad de Madrid, en el distrito de Ciudad Lineal cercano a la plaza de Toros de las Ventas, al que llegaron a llamar la pequeña Quito por el gran número de ecuatorianos que allí vivían. El pan ecuatoriano es diferente al español porque lleva además margarina y huevo, además de harina, agua y sal. La barra de pan ecuatoriano diaria era una forma sencilla y económica de sentirse en casa. La cadena Ecua Pan creció y llegaron a ser hasta 16 panaderías, algunas de ellas bajo el régimen de franquicia, gestionándose todas ellas por personalecuatoriano y elaboradas desde un obrador central en la zona suroeste de Madrid.
Según Statista, en 2019 en España residen 199.000 colombianos, 135.000 ecuatorianos y 133.000 venezolanos, así como 84.000 hondureños, 80.000 peruanos y 80.000 argentinos, como países hispanoamericanos con mayor presencia en nuestro país, aparte de los ya nacionalizados. Un volumen de población que puede ser interesante para que surjan franquicias basadas en sus productos, gustos, costumbres y necesidades específicas de estos países, posiblemente en productos de primera necesidad.
Hace casi veinte años surgió la enseña José Pan, concepto de panadería – cafetería colombiana, que incluía un amplio surtido de panadería, pastelería, platos y desayunos especiales, a fin de dar cobertura a todas las horas del día. Comenzó su desarrollo en franquicia en la Comunidad de Madrid, Pinto, San Fernando… hasta tener un desarrollo regional importante, donde los productos se elaboraban en una cocina central. De hecho su fundador fue nombrado mejor colombiano extranjero en el 2003, otorgado por el presidente de su país. Actualmente cuenta con cuatro establecimientos en Madrid (Vaguada, Usera, La Elipa y Leganés).
De la parte argentina, surgió hace pocos años La Chipá en el barrio de Argüelles en Madrid. Chipá es un pan de queso, en forma de bolita de unos cuatro centímetros de diámetro. Entran de forma muy agradable y son un auténtico vicio. Este concepto en formato cervecería casual chic, lo combinan con una carta de empanadas y pizzas, todo el producto elaborado por un obrador central en Madrid. La Chipá está iniciando su desarrollo en franquicia.
Uno de los retos de estos conceptos es que sigan siendo conceptos de nicho, pero no de gueto, es decir, que concentren la esencia y el sabor de sus productos abriendo su oferta a un público más amplio que a su cliente de origen.
Por el momento, han sido conceptos de panadería y hostelería, pero en el futuro podrían desarrollarse conceptos de nicho dentro del mundo del retail o de los servicios.
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