Soplan buenos vientos para ser franquiciador
Para lanzarse a emprender un negocio es fundamental un ambiente de confianza y buenas perspectivas económicas, y un estudio recién publicado por GEM España sobre la actividad emprendedora en España confirma un escenario optimista para ser franquiciador.
Buenas noticias si eres una persona emprendedora. Las expectativas económicas son optimistas, con la creación de casi 500.000 puestos de trabajo y de una caída de la tasa de paro hasta los niveles del año 2008, lo que han propiciado un escenario perfecto para apostar por nuevos negocios, y, por supuesto, para ser franquiciador.
Datos positivos para ser franquiciador
Así lo indica el estudio realizado por GEM España sobre la actividad emprendedora en España, en el que confirma el aumento del indicador TEA (Total Early Entrepreneurship Activity-Tasa de Emprendimiento Temprano) en el último año.
En concreto, el peso relativo de los emprendedores que llevan más de 3 meses pagando salarios ha sido superior al peso relativo de los emprendedores que llevan menos de 3 meses pagando salarios, lo que sugiere que una cantidad significativa de negocios está pasando de una fase incipiente a una fase nueva dentro del proceso emprendedor.
Además, la confianza de la población española en sus capacidades y habilidades para emprender también ha crecido, lo que es un excelente indicador. Por su parte, los medios de comunicación también presentan una imagen más positiva del emprendimiento, lo que puede ayudar a que más personas se decanten por esa opción profesional.
Y, uno de los factores más relevantes, es que la percepción de oportunidades de negocio es la más alta de todo el tiempo analizado (2005-2017), lo que es una excelente noticia.
Edad mínima para ser franquiciador
Según GEM España, las personas emprenden hacia los 40 años y no es algo casual. La experiencia previa antes de poner en marcha o poseer y gestionar un negocio es un aspecto clave, lo que se complementa con el nivel de educación y también con el nivel de ingresos.
En cuanto al género, aunque las mujeres tradicionalmente han sido menos emprendedoras que los hombres por situaciones culturales y sociales, el informe constata que esas diferencias se están reduciendo especialmente en las etapas tempranas del proceso emprendedor, aunque también hacer notar que en las etapas más avanzadas la brecha aún es importante. En este sentido, se hace una llamada de atención para reflexionar que si es importante facilitar que hombres y mujeres puedan crear negocios por igual, lo es aún más que puedan hacerlos crecer sin sesgos.
El ecosistema emprendedor, cada día más relevante
El citado informe también hace hincapié en la importancia del ‘ecosistema emprendedor‘, un grupo interconectado de personas emprendedoras, de agentes financiadores (empresas, venture capitalists, business angels, bancos) y de organizaciones promotoras (universidades, agencias del sector público) asociadas a la diversidad de iniciativas emprendedoras cuyo objetivo es el de generar valor.
Por lo tanto, la actuación de los gobiernos para apoyar el emprendimiento puede ser muy relevante para abonar el terreno de cara a los emprendedores.
Para ello, es importante de orientar a las personas con interés en emprender para que sean capaces de identificar oportunidades y explotarlas mediante modelos de negocio sostenibles com la franquicia.
«De esta manera -apunta el informe en sus conclusiones-, en la medida en que las decisiones de puesta en marcha por parte de las personas que emprenden estén motivadas por una oportunidad en lugar de una necesidad, la actividad emprendedora tendrá mayor impacto en la competitividad de España como economía basada en la innovación. Así pues, aunque son deseables mayores niveles de actividad emprendedora, no se debe caer en la trampa de la cantidad y descuidar la calidad».
Aspiraciones para ser franquiciador
En lo relativo a las aspiraciones de la actividad emprendedora, los datos del presente informe indican que el tejido emprendedor en España ha revertido su tendencia contraccionista y ha iniciado una senda de crecimiento en lo que se refiere al volumen de empresas creadas.
La tendencia es asumir un riesgo limitado, concentrado en la economía local y con poca inversión en I+D.
En este sentido, el modelo de negocio de la franquicia reúne estas tres cualidades, pues permite crecer sin arriesgar un gran capital, delega en los franquiciadores la expansión en otras regiones y comparte las inversiones en publicidad e I+D, lo que reduce los costes y potencia la eficiencia.
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